jueves, 5 de enero de 2012

:/

Pedirle a un ilustrador que viva a la sombra de otro ilustrador, copiándolo, es la muerte misma. La parte más insensible es hacerle creer que es libre y encerrarlo en un dado de dos por dos.
No entiendo como pude aceptar este crímen. 


Es una dictadura permanente a la creación, es comprar un cuadro y colgar solo el marco. El comercio le saca la esencia a todo.
Perdón si suena exagerado, pero descubrí que me resulta intolerable, y una falta de respeto. 
No lo soporto, ésta vez la que no lo aprueba soy yo
y me voy a soltar.


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C'est la vie... (?)